Casa de Roscales

El segundo fin de semana de septiembre nos vamos a Roscales. Salimos el viernes poco después de comer. La planificación es sencilla: pasar tres días de relax y disfrutar de la tranquilidad del campo. Hoy vamos Carmen y Segundo, Victoria y Pedro, Isabel e Iñaki, Dolores y Paulino.

Llegamos a media tarde; deshacemos los equipajes y ya estamos listos para hacer una marcha de una hora por el monte cercano al pueblo. La tarde es soleada, con una temperatura agradable para caminar. El entorno, entre pinos robles, monte bajo y campos de cereal, es relajante. Disfrutamos.

Peña Redonda y otras montañas

Panorámica montañosa desde Roscales

El grupo en la marcha de la tarde

Marcha por el monte

Campos de ceral

Campos de cereales

Sombras

Cuatro sombras en el camino

 

 

 

 

Hemos terminado la marcha; muy agradable. Fin del paseo y «fin del partido».

Partido acabado

Game over

Al llegar a casa nos esperan unas cervezas frescas de las que damos buena cuenta mientras la tarde alarga ya las sombras hasta confundirlas con la primera oscuridad de la noche. Toca preparar la cena; poco problema: los cocineros son buenos y dispuestos.

Durante la cena, se agradece el fuego que Segundo ha encendido en la chimenea; estamos en el norte de Castilla, a primeros de septiembre y, aunque el día ha sido soleado y cálido, la noche, sin embargo, es fresca. Acabadas viandas y fuego, nos vamos a dormir.

El sábado, en Roscales, amanece fresco con nubes altas, pero diáfano y perfecto para caminar. Vamos hasta Cervera de Pisuerga con los coches; desde aquí iniciamos una ruta circular, La Senda del Oso.

Comenzamos  cerca del camping; aquí nos encontramos directamente con el «oso». Como preveíamos que no encontraríamos más osos por el camino, quisimos inmortalizar el encuentro con algunas fotos.

Oso

Los amigos del oso

Desde Cervera, la ruta sigue el trazado del GR1. El primer tramo es muy accesible, casi una carretera; termina en la «Noria de la Barcena«.

Noria de Bárcena

El primer pueblo que nos encontramos es Arbejal. Pueblo pequeño; lo recorremos siguiendo el trazado de la ruta y llegamos a la Iglesia de S. Andrés.

Pueblo de Arbejal

Arbejal

Iglesia de San Esteban

Iglesia de San Esteban

 

 

 

A poca distancia de la iglesia, saliendo ya del pueblo, llegamos al  «Mirador de Arbejal«. Un panel nos explica cuáles son las montañas que aparecen ante nosotros. Más adelante nos adentramos en un bosquecillo de robles; el sendero que lo atraviesa nos lleva hasta el pantano de Requejada. La persistente sequía ha dejado reducido su caudal.

Pantano de Requejada

Pantano de Requejada

Aquí hacemos un alto para descansar, beber y comer algo de fruta.

Reponiendo fuerzas

Reponiendo fuerzas

En este punto, la Senda del Oso se aparta del GR1 y retorna hacia Cervera por el PRC-P. Es pronto aún y nos animamos a seguir, por la ruta principal, hasta el pueblo de Vañes; desde allí volveremos a este punto para continuar a Cervera.

De camino a Vañes

Ruta hacia Vañes

Llegamos a Vañes con ganas de tomar una cerveza.

Iglesia de Vañes

Iglesia de Vañes

Debemos renunciar a ella; no hay bar. Recorremos el pueblo y retornamos por donde hemos venido.

Junto al pantano, al pie de la cantera, hay una construcción semiderruida; parece que hubiera sido una estructura para dar salida a las piedras de la cantera cuando no existía el pantano. Aquí comemos. Hay que reponer fuerzas porque ahora toca subir, dejando el embalse a nuestra espalda. Es el tramo más difícil pues su pendiente es considerable. Mediada la subida, hacemos un alto en un pequeño mirador; desde aquí podemos contemplar el embalse, abajo; al otro lado, el pueblo de Polentinos y buena parte de la «Montaña Palentina».

Vista desde el mirador

Desde el mirador

Chozo antiguo de Arbejal

Chozo antiguo de Arbejal

Alcanzada la parte más alta continuamos nuestra ruta  por un agradable bosque de robles. Enseguida encontramos un cartel explicativo informándonos de que aquí se encontraba el chozo  antiguo de Arbejal. Apenas si se distingue algún resto del mismo.

Poco después llegamos a la crestería de Peñas Negras. Carteles explicativos nos dan información al respecto.

Historia de Peñas Negras

Historia de Peñas Negras

cartel explicativo

Historia de Peñas Negras

 

 

 

 

 

Cercano a Peñas Negras está el mirador de Portillo de Carro. Vistas preciosos desde esta zona que nos permiten contemplar Cervera, el valle del Pisuerga y las montañas que lo rodean.

Mirador del Portillo del Carro

Mirador del Portillo del Carro

Reanudada la marcha, nos encontramos muy pronto una zona de pradería donde se encuentra el Chozo del Tremedal.

Chozo del Tremedal

Chozo del Tremedal

Observando el chozo

En torno al chozo

 

 

 

 

El sendero, siguiendo siempre el PRC-P, desciende ahora por prados y breves arboledas; franqueamos las últimas portillas y llegamos a Cervera; cruzamos el Pisuerga y terminamos la marcha en el mismo lugar que la empezamos.

Río Pisuerga en Cervera

Río Pisuerga

Puente sobre el Pisuerga en Cervera

Puente sobre el Pisuerga

 

 

 

Ahora nos dirigimos al centro de Cervera, a la Plaza Mayor. Nos sentamos y disfrutamos de unas cervezas frescas mientras comentamos la marcha que acabamos de hacer. Nos ha permitido contemplar paisajes diferentes, disfrutar del entorno y pasar un día maravilloso en esta zona de la Montaña Palentina.

Cervera

Plaza Mayor de Cervera

De camino a Roscales, nos acercamos hasta el pantano de Ruesga. Es esta una zona de recreo y de baño. El pantano está muy bajo de agua, pero se compensa con una buena vista del parador de Cervera tras un  leve arcoiris.

Parador de Cervera

Parador Nacional de Fuentes Carrionas

Hoy, domingo, nos lo tomamos con más calma; el objetivo fundamental es degustar un lechazo de Castilla asado en el horno de leña.  A media mañana hacemos un breve recorrido por los alrededores del pueblo dando tiempo a que lleguen Javi y Rosa que hoy nos acompañan.

Javi y Rosa

Los visitantes de hoy y el anfitrión

Árbol solitario

Entre el cielo y la tierra

 

 

Otro pequeño paseo para enseñar a Rosa el bosque y los pinares cercanos; Segundo y Javi se encargan de la intendencia y de mantener el horno en buen funcionamiento.

 

Hay que decir  que el lechazo quedó perfecto; bien por el cocinero Segundo. Javi se lució con los langostinos y Rosa bordó las tartas. Y todos disfrutamos de tres días de armónica compañía en Roscales.

 

Las fotos eran muchas más de las aquí presentadas. Con ánimo de «dar fe gráfica» de casi todo lo visto, dejo este vídeo que lo muestra.

Roscales from Paulino Carasa on Vimeo.