El grupo Expresión-2 de La Vidriera, en Maliaño, terminamos el curso 2020-21 con una exposición en el patio de entrada al Centro. Son fotografías de gran formato, 140×100 cm. Para ello hemos contado con la colaboración de una modelo. Las fotos están hechas en una cantera y una playa. La exposición la hemos titulado MAGIA.
MAGIA
… Todo comenzó una tarde luminosa de junio en una cantera de paredes verticales. El sol ponía color en los escarpados farallones: verdes, amarillos, rojos y toda la riqueza de la gama de los ocres.
… Y tuvo continuidad una mañana brumosa y fría, de cielos plomizos, sobre las arenas de una playa.
Medimos luces, situamos pantallas y flashes y toda la logística necesaria. Llegó, Pilar, nuestra profesora, e hizo las correcciones necesarias. Todo preparado.
La modelo actuaría alternativamente con trajes de ballet clásico y vestidos amplios y vaporosos para acentuar el movimiento y multiplicar las formas.
Por nuestra parte, para mantener el orden y no obstaculizarnos en el trabajo, así como permitir el rearme de los flashes, habíamos decidido disparar las fotos turnándonos por grupos de tres. Pero el ansia nos devoró pronto e ignoramos el orden, la colocación, los triggers y los flashes.
Obsesionados por la inmediatez y el deseo de captar cada expresión, cada salto, cada forma de los vestidos, lentamente entramos en una dinámica de olvido del entorno, de la realidad, de nosotros mismos… y nos sentimos abducidos por el momento mágico en el que la luz arrancaba destellos a la piedra que envolvían los vestidos, la danza y la persona entera de la modelo.
Ya sólo había sensaciones, sensaciones imprecisas e irreales, hechas de giros y saltos leves y etéreos: pies danzando en el aire, vestidos tejiendo y destejiendo estelas ondulantes, manos que son música, ojos luminosos que destellan, cabellos que flotan…
Una neblina sutil, apenas perceptible, difumina el cuerpo, los giros, la danza… ahora la modelo es pura sensación que se desplaza ingrávida en el aire como un suspiro, como un aleteo.
Es este el momento en que ni la luz importa porque nuestras cámaras han entrado en un éxtasis onírico y sólo captan movimiento incierto, formas indefinidas; incluso el fondo es una nube vaporosa, inestable, informe, que abraza a la modelo y se funde con ella. Hasta los colores desaparecen y, como en un sueño antiguo, una rica paleta de tonos grises incontables lo llena todo…
… Esta fantasía sonámbula se grabó en los sensores de nuestras cámaras y ahí ha quedado como una realidad desbordada e indómita, una realidad virtual, una realidad imprecisa sin ángulos ni contornos, una realidad mágica…: la magia de la cantera y de la playa fundida con la modelo.
Realizamos muchas más fotografías. Pilar ha elaborado un vídeo con una recopilación de las mismas. Lo he subido a Vimeo y lo enlazo a esta entrada .