Un año más volvemos a recorrer los caminos de sirga del Canal de Castilla. Otro par de días pedaleando, avanzando, etapa tras etapa, hasta llegar al final que ya está próximo. Dos etapas nos quedan únicamente para alcanzar las metas: Valladolid, en el Ramal Sur y Medina de Rioseco en el Ramal de Campos.
20 de septiembre. Fuentes de Nava-Esclusa 3
Nos desplazamos, con las bicicletas en los coches, hasta Fuentes de Nava. Preparadas las bicis y los equipajes en los portabultos de las mismas, iniciamos el recorrido. Tenemos por delante poco más de veinte kilómetros.
La primera parada la hacemos en Abarca de Campos. Nos llama la atención la iglesia de San Sebastián. En esta localidad encontramos la primera esclusa de este ramal que se inició en El Serrón, 37 kilómetros más atrás. Es una zona muy llana, Tierra de Campos; de ahí la escasa pendiente por salvar. En lo que fueron fábrica de harinas y dependencias propias del Canal, se ha instalado un complejo turístico y hostelero. Salimos de Abarca con muchas picaduras de mosquitos.


Continuamos nuestra ruta siguiendo la margen derecha del Canal hasta que la carretera N.610 nos corta el paso. Nos parece impresentable que una ruta como esta no tenga una forma adecuada para salvar este obstáculo; tenemos que cargar con las bicis, saltar la valla de la carretera y pedalear hasta encontrar un acceso y retornar al Canal.
Después de estos pequeños, pero molestos contratiempos, llegamos a Capillas. A corta distancia del pueblo se halla la esclusa 2. Quedan aquí las ruinas de la antigua fábrica de harinas y de las correspondientes dependencias canaliegas. Es el momento de detenernos a comer y repara fuerzas.


Retomamos la marcha que nos llevará hasta la esclusa 3. Es una zona agradable, con bastante vegetación y arbolado en torno al Canal. Aguas como espejos reflejando luces y colores. Su manso y relajado fluir aporta clama y quietud al paisaje.


Esta zona se caracteriza por las abundantes charcas y humedales, pero en esta ocasión, tristemente, no tienen ni una gota de agua; sólo barro agrietado y vegetación agostada. La sequía es implacable.
Hace calor, por eso nuestra parada en esta esclusa es breve. Retornamos hasta Capillas. Aquí dejamos el Canal y tomamos la cartera que, pasando por Castromocho, nos llevará de vuelta a Fuentes de Nava. De esta forma ganamos tiempo y evitamos la incomodidad de volver a cruzar la N.610.
Castromocho es un pueblo típico castellano: con cierta importancia y prestigio tiempo atrás, pero hoy venido a menos. Tres iglesias dicen mucho de sus épocas mejores.


En Fuentes de Nava, una vez recogidas y cargadas las bicis en los coches, calmamos la sed y el calor con unas cervezas fresquitas en un bar de la plaza.
Todavía la tarde nos da para hacer turismo y visitar la iglesia de S. Pedro y la de Sta. María; espléndidas ambas. La inmensa torre de la iglesia de S. Pedro es conocida como «la Estrella de Campos». Nos maravilla el precioso artesonado del techo y la esbeltez estilizada de las columnas de Sta. María. Ya casi al anochecer, emprendemos el regreso a Osorno.








21 de septiembre. Villamuriel- Esclusa 40
En nuestro segundo día de marcha canaliega, nos desplazamos hasta Villamuriel de Cerrato, en el Ramal Sur. Nuestra intención es llegar a la esclusa 40, a la altura de Corcos, ya situado en la provincia de Valladolid.
Apenas recorridos cuatro kilómetros, llegamos a Soto Albúrez ; aquí encontramos un conjunto triple de esclusas, 34, 35 y 36 que salvan un notable desnivel. Es el único grupo de esclusas donde están representados juntos los dos estilos: ovalada la 34 y rectangulares la 35 y 36. Esto es debido a que, construida la esclusa 34, se paralizan las obras del Canal; cuando se reanuda, años más tarde, se había cambiado el proyecto. Lugar agradable para hacer un alto en la ruta y tomar las fotos de rigor.


Reanudamos la marcha hacia las esclusas 37 y 38, ambas en el término municipal de Dueñas. Son dos esclusas simples y bastante próximas; apenas un kilómetro. El camino de sirga de este tramo del Canal está bien conservado, con vegetación abundante; el pedaleo es cómodo y agradable.


Así llegamos a Dueñas, localidad declarada «Conjunto Histórico Artístico» en 1967. Recorremos sus calles en bicicleta. Nos acercamos a la iglesia de S. Agustín; está abierta por eso podemos visitarla.

Desde Dueñas hacia Valladolid, tomamos la margen izquierda del Canal, siguiendo el consejo de la guía informativa; pero, tras pedalear algo más de tres kilómetros, el camino se vuelve intransitable; por ello regresamos a Dueñas y cambiamos de margen; este lado está mejor. Continuamos hasta la esclusa 39. El puente que la cruza nos llevaría a Trigueros del Valle y otros pueblos próximos. Aquí paramos y aprovechamos unos bancos a la sombra para comer y descansar un rato.

De nuevo a las bicicletas en dirección hacia la esclusa 40. Poco a poco el camino se va haciendo más irregular e incómodo. Al final, se acaba convirtiendo en apenas una senda con mucha maleza y piso irregular. Por ello, sin poder llegar a nuestro destino, hemos de dar la vuelta.
Nos causa tristeza el abandono del Canal en esta zona; dificultades en las dos márgenes a partir de Dueñas; es la misma sensación que tuvimos ayer al cruzar la N.610. ¿Será tan difícil mantener una infraestructura adecuada para que el Canal sea hoy una vía de comunicación turística y cultural como antes lo fue de transporte?. Verdad es que en las etapas anteriores, es decir, en todo el recorrido del Canal hasta aquí, nuestra valoración es totalmente positiva; por eso pensamos que estas situaciones puntuales de abandono son perfectamente corregibles.
Desde el punto infranqueable, próximo a la esclusa 40, volvemos al lugar de partida, Villamuriel de Cerrato. Cargadas las bicicletas en los coches, paseamos por el pueblo y admiramos, un año más, la imponente iglesia fortaleza de aire templario. En la plaza, sentados en una terraza, reponemos fuerzas.

Regresamos a Osorno, hoy más temprano que ayer. Así terminamos, por este año, nuestro periplo canaliego. Mañana pasaremos el día en Palencia haciendo turismo, pero ya sin bicicleta.